2ª semana en Portoviejo

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Este fin de semana ha sido maravilloso. Tras realizar las tareas domésticas el sábado por la mañana (barrer, fregar suelos, limpiar baños, poner lavadoras, regar el jardín…) por la tarde tuvimos Catequesis en Las Cumbres; decenas de niños de todas las edades acudían entusiasmados para conocer un poquito más a Jesús. A mí me asignaron 1º de Confirmación y a María otro llamado “Año Bíblico” que corresponde en España a 1º de post-comunión.

Tras la Catequesis, en la que estuve explicándoles nociones sobre la Santísima Trinidad, celebramos la Eucaristía en la capilla de la escuela.

El domingo, las Hermanas nos prepararon una excursión maravillosa. Con Caty y Loli, arribamos a una playa llamada “La Boca”, a unos 25 minutos en coche desde Portoviejo. Tuvimos la suerte de tener un día fabuloso. Acompañaba el sol, no había mucha gente, y las aguas estaban bastante tranquilas. Los niños disfrutaron persiguiendo cangrejos (que aquí son rapidísimos), examinando almejas y caracolas, y bañándose en las cálidas aguas del Pacífico ecuatoriano.

Tras una mañana de ensueño, comimos en un chiringuito playero productos de la tierra: calamares, camarones, maduros (un plátano típico de aquí), patacones, y todo acompañado de arroz. Todo ello resultó riquísimo.

Ya por la tarde, y tras un segundo baño de los niños nos dispusimos a regresar al parking de la playa, en el que tuve que ayudar a la Hermana Caty a sacar el coche, pues muchos otros entorpecían la salida. Llegamos a casa cansados y los niños se fueron a la cama sin pestañear, no sin antes habernos quitado la arena con una buena ducha.

DSC00300El lunes comenzó una nueva semana y nuevas tareas en la escuela. Fueron las elecciones para el nuevo Consejo Escolar, y los niños elegidos salieron muy ilusionados. Yo tuve que estar guardando la clase de 2º grado, y aunque la actividad consistía en ver una película de dibujos, los niños no paraban quietos y me las vi y deseé para terminar la hora sin más problemas.

Luego, en Educación Física, como hago los ejercicios con ellos para que estén más motivados, me he resentido un poco las cervicales al intentar hacer una voltereta hacia atrás: está claro que ya no tengo 20 años. Tendré que cuidarme más en las próximas clases…

El martes tuvimos overbooking en la enfermería del colegio: por unos motivos u otros me junté con cuatro chicos lesionados; dos en el tobillo, otro con un golpe fuerte en el gemelo, y el último al que se le había dislocado el codo. Por unos momentos la situación fue caótica ya que yo no tenía manos suficientes para socorrerles al mismo tiempo. Afortunadamente, el profesor Juan (de 5º grado), llegó pronto, y como tenía bastantes conocimientos de enfermería, fue revisándoles las torceduras y los golpes a cada uno.DSC00366

Ese día añadimos a dos niños más de 5º a nuestras clases de refuerzo, y creedme que la mayoría todavía les cuesta mucho leer y escribir. Pero ahí seguimos y esperamos obtener poquito a poco, resultados satisfactorios con ellos.

21-7-2016

El pasado martes, después de escribir el último párrafo de la crónica anterior, sentimos un nuevo temblor más fuerte que los anteriores mientras estábamos cenando en casa con las Hermanas. La calma volvió. Y afortunadamente los niños dormían y ni se enteraron.

El miércoles, a eso de las 9, y cuando nos disponíamos a comenzar la tercera clase, otro pequeño temblor hizo que la mayoría de los padres acudieran al colegio a por sus hijos, por lo que tuvimos que suspender las actividades normales ese día. Fue una lástima, ya que iba a realizarse la entrega de la banda a la nueva Presidenta del Consejo Escolar. A los ciudadanos de la provincia de Manabí les está costando adaptarse a los temblores que llevan sintiendo desde hace tres meses, tras su experiencia del terremoto.

DSC00311Con los pocos niños que quedaron, tuvimos que ingeniárnoslas para improvisar actividades lúdicas, como manualidades, juegos de cooperación, deportes, etc. Y aunque acabamos bastante cansados, todo concluyó satisfactoriamente.

Tras hacer la compra de la semana, la cena resultó más tranquila,… aunque otro suceso nos amargó el descanso de toda la noche: justo enfrente de la casa de las Hermanas, unos vecinos celebraron un cumpleaños con música a todo trapo, desde las 20:00 y no acabaron hasta las 5 de la mañana; media hora antes de que nos sonara el despertador entre semana. Ni llamando a la policía se pudo hacer callar la música.

Afortunadamente en la escuela, fue un día tranquilo y nada ocurrió fuera de lo normal. Bueno, algo sí: tuve que tomarme un café bien cargadito a mitad de la mañana.

23-7-2016

El viernes amanecimos con energías renovadas; el descanso nos ayudó a recuperar fuerzas y a afrontar el último día de la semana totalmente recuperados de la noche anterior.

A las 8 de la mañana tuvimos una actividad interescolar con la escuela Juan Montalvo, consistente en tres partidos de fútbol, en los que el fair play, el respeto y la camaradería deberían prevalecer; y así fue.DSC00370

Segundo, un profesor del Juan Montalvo, y que anteriormente lo había sido en Las Cumbres, organizó este evento deportivo. Primero jugaron las chicas de sexto y séptimo curso, en el que las visitantes se impusieron a las nuestras (1-2). Posteriormente, se jugó el segundo partido entre los chicos de sexto y séptimo. Todo el equipo jugó a las mil maravillas y conseguimos imponernos por 6-2; Carlos y Javier pudieron “mojar la oreja”, marcando goles de bella factura.

Por último, se enfrentaron los chicos de 5º curso, que se saldó con victoria local de 2-0.

Tuve la suerte de ejercer de árbitro en el primer y tercer encuentros, y para ser la primera o segunda vez que lo hago, no lo hice mal del todo.

Terminados los encuentros, y tras apalabrar una posible revancha dentro de un par de semanas, continuaron las clases, y tras la comida, continuamos con nuestra labor en el Proyecto de Fe y Alegría.

Tras dos semanas en Las Cumbres, me encuentro mucho más a gusto. A los chicos les voy conociendo cada vez más, y el ritmo del colegio lo voy asimilando con rapidez. Aunque hay días bastante duros en los que no se para, llegamos al final de la jornada con la satisfacción de haber intentado hacerlo todo lo mejor posible.

Cada vez conocemos más la situación familiar y personal de los niños de la escuela y del Proyecto, que nos acerca más a ellos. Vamos dando pasitos en el aprendizaje de los niños de refuerzo, tanto en lectura y escritura, como en matemáticas.

En el Proyecto, ya identificamos las necesidades de cada niño, y vamos respondiendo a ello lo mejor que podemos: refuerzo, atención, cariño, límites, sacar la tensión que llevan dentro,…

La convivencia con las Hermanas es muy buena: con Caty y Loli pasamos la tarde hablando de lo sucedido ese día en Las Cumbres: cosas que mejorar, nuevos proyectos con los chicos y chicas más difíciles; con la Hermana Celia, que tiene una memoria de elefante, paso largos ratos hablando, en los que me cuenta muchas anécdotas sobre sus muchos años en Ecuador. Son conversaciones amenas en las que voy asimilando como ha sido la vida de las Hermanas hasta nuestra llegada.

Con la Hermana Maria José, que es un ejemplo viviente de entrega a los demás pese a sus achaques y su ancianidad, solo tengo palabras de agradecimiento, ya que me ha enseñado que cada día se puede guardar un ratito para ayudar a los demás.