3ª CRÓNICA DESDE AYOLAS

30 de julio

Ha sido un fin de semana ajetreado.

Asunción llegó en colectivo el viernes noche.

El sábado por la mañana tuvimos en la Escuelita un encuentro de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) de nuestro barrio (Lima) y el de las 1 000 viviendas. Fue muy bonito compartir la mañana los voluntarios de España y los animadores de Ayolas, ayudando a los niños a que encuentren el mejor tesoro, Jesús.

Por la tarde fuimos a dar un paseo por San Rafael y su playa. El grupo fue creciendo con todos los niños del barrio que nos fuimos encontrando y nos acompañaron.

Después fuimos a la eucaristía de jóvenes de San Jose Mi (Mi es el diminutivo cariñoso en guaraní) en la cual la hermana Susana, natal de Ayolas, renovó sus votos temporales. Fue un regalo participar de esta celebración, damos gracias a Dios por el SÍ de Susi. Fue muy emocionante ver a las cinco Esclavas allí presentes frente al altar en la oración final (Máxima, Jose, Nati, Susi y Rocío).

Cerramos el día con una picada (una cena de picoteo) en honor a Susi: sopa paraguaya (es un pastel salado), mbeju (torta de maíz y queso), empanadillas de carne, sándwiches, música… y el mejor ambiente.

Hoy domingo nos hemos levantado temprano. Aquí se celebra el día de la amistad y la hermana Jose ha organizado una excursión con los jóvenes Spínola a las reducciones jesuíticas. En la visita aprendimos como los jesuitas supieron ganarse al pueblo guaraní integrándose en su cultura y acercándoles el evangelio. Encontraron la manera de ser autónomos y vivir en calma hasta que Carlos III ordenó a los jesuitas el abandono de sus misiones. Gracias a ellos el guaraní pasó de lengua oral a escrita.

De regreso a Ayolas paramos ya anochecido en Encarnación, ciudad fronteriza con Argentina, desde la cual pudimos disfrutar de una vista iluminada de la ciudad de Posadas (Argentina) a la otra orilla del río Paraná.

Ríos los de Paraguay, que parecen mares.

31 de julio

Nuestra intención era haber compartido el día con el grupo de Asunción en Estero Bellaco. Pero las dificultades para acceder debido al estado del terreno y de la ruta (carretera) principal en obras nos lo han impedido.

Así que retomamos el apoyo en San Isidro y en Lima. De esta manera han podido conocer los tres barrios donde damos apoyo.

Por la tarde tuvimos sesión de cine: “La Misión”; compendio de las dos excursiones realizadas juntos, Iguazú y las reducciones jesuíticas.

Mañana de madrugada regresan a Asunción para continuar su misión allí.

1 de agosto

Hoy por la mañana, al no haber niños en San Rafael sin escuela, hemos estado recogiendo la casa. Por la tarde si hemos acudido al barrio y hemos continuado con el apoyo, las canciones, la papiroflexia y el fútbol.

Las hermanas nos han propuesto ayudar también en la Escuelita, realizando alguna actividad con los niños de Jardín y Preescolar (4 y 5 años). Por ello, las mañanas de los martes y de los viernes permaneceremos aquí. Nuestra vivienda es el piso superior de la Escuelita, así que nos quedaremos en “casa”.

2 de agosto

Día de lluvia, frío y mucha humedad.

Ningún niño ha venido a la escuelita y solo una niña al apoyo de por la mañana. Hemos aprovechado para jugar juntos y preparar material para después. Por la tarde si han venido niños, aunque seguía lloviendo.

Al final de la tarde nos hemos reunido pequeños por un lado y mayores por otro después para reflexionar y dialogar sobre cómo va la experiencia de voluntariado: cómo estamos y cómo estamos realizando la Misión, acompañada de la Oración y vivida en Comunidad. Todos hemos salido reforzados de este momento juntos, siendo consciente de todo lo que ya hemos vivido, sido y conseguido, y todo lo que nos queda.

3 de agosto

Hoy viernes la mañana la hemos pasado en la Escuelita, conociendo a los niños y conociendo su dinámica de clase.

Por la tarde hemos ido a San Rafael donde muchos niños se habían animado a pasar la tarde con nosotros.

Y calentando motores para la semana que viene: el sábado tendremos en la Escuelita la fiesta de Spínola Solidaria.

Ya ha transcurrido más de la mitad de nuestro voluntariado, ya hemos recorrido más de la mitad del camino.

En la Misión:

  • Acudimos a los barrios sin pereza a pesar de los paseos por esas vías empedradas.
  • Dios se hace presente en la sonrisa de cada niño.
  • Estamos, fundamentalmente, siendo; no haciendo. Aunque no paramos de hacer.
  • Nos acercamos a cada uno de los niños sin importarnos su suciedad, su olor, su ropa destrozada, sus parásitos en cabeza y cuerpo… casi como lo haría Jesús.
  • Estamos conociendo la realidad de los niños, reconociendo la realidad de cada barrio y siendo flexibles a las características de cada lugar.
  • Nos hemos organizado, repartiéndonos los niños de cada barrio por edades y niveles.
  • Les ayudamos, les reforzamos conocimientos, cantamos, bailamos y jugamos.
  • Los niños de cada barrio ya nos han tomado confianza, viene motivados y nos ofrecen su cariño, hemos creado vínculos y cada vez se suman más mayores y pequeños.
  • Estamos haciendo amigos.
  • Nos sentimos Familia Spínola, aquí es muy fácil con tantos jóvenes acompañándonos.

En la Oración:

  • Hemos conseguido transformar el lugar físico de la capilla en un lugar cálido que nos invita a estar.
  • Es un espacio para hacer silencio, profundizar y compartir.
  • Hemos encontrado el formato y el horario que nos permite orar mayores y niños, y luego continuar los mayores; adaptándonos a las edades de todos.
  • No nos aburrimos en las oraciones.
  • Las preparamos por parejas por lo que nos enriquecemos con distintas formas de preparar la oración.

En Comunidad:

  • Hemos convertido el piso de arriba de la Escuelita en nuestro hogar, con mensajes que nos ayudan a no descuidar su cuidado y nuestro bienestar, con nuestro museo de bellas artes, con mensajes positivos…
  • Tenemos tiempo para dedicarlo a las cosas personales y a las comunitarias. Tenemos ratos de compartir tareas, hablar entre nosotros, compartir cómo nos encontramos, caminar, jugar y reírnos juntos.
  • Tenemos repartidas las tareas de la casa, mayores y niños, siendo responsables con lo que nos toca cada día: preparar desayuno, comprar, limpieza de baños, ayuda en la comida, preparar y recoger cena, tirar basura, preparar oraciones… y lo que surja.
  • Estamos atentos a las necesidades del otro, con gestos y detalles de cariño hacia los demás, cuidándonos unos a otros.
  • Somos flexibles ante los imprevistos, estamos disfrutando de vivir el momento.
  • Nos abrazamos…

Que el Señor nos ayude a seguir este camino que nos propuso juntos:

  • Para que en la Misión intentemos acercarnos también a las familias de los niños del apoyo, a su realidad; consigamos conectar con los niños más mayores y seamos más creativos en las actividades que realizamos en los apoyos.
  • Para que el la Oración sigamos acercándonos a Dios, mayores y pequeños, encontrando maneras sencillas de participar.
  • Para que en Comunidad seamos eso, Comunidad que vive, celebra y comparte.