15 de agosto
Ayer estuvimos todo el día en San Isidro. La mañana con los pequeños y la última tarde con los más mayores.
Hoy es el día de la Asunción, patrona de Paraguay, y que da nombre a la capital del país. Así que hoy día feriado (festivo).
Por la mañana, al no haber escuelita, nos hemos acercado a Corateí, localidad cercana a Ayolas, muy bonita y tranquila, bañada también por el Paraná. Allí Eva se ha podido reencontrar con amigos que hizo hace tres años cuando estuvo de misión.
Por la tarde acudimos a San Rafael y ni faltaron los niños.
Al atardecer hemos rezado con las hermanas, hemos acudido a la misa de la Asunción y hemos cenado con Gloria, Crispín y su familia. Hemos aprendido a preparar mbeju (el mejor que hemos probado), junto al calor de las brasas, igual de calurosas que la acogida de esta familia.
16 de agosto
Día del niño en Paraguay. Y no se celebra un día cualquiera: se conmemora la muerte de ancianos y niños que se disfrazaron de hombres para luchar en la batalla de Acosta Ñu en la guerra contra la Triple Alianza (1869).
La mañana la hemos pasado en la escuelita: hemos representado “Pinocho” con la colaboración de las hermanas, profesores y voluntarios, hemos bailado, hemos tenido un castillo hinchable que un señor ofreció a la hermana Máxima y comida especial (panchos y torta).
Por la tarde apoyo en la escuelita con la ayuda del tangram, mientras Pedro e Isa acompañaban a la hermana Jose a Corateí a reunirse con los jóvenes que están preparándose para confirmarse.
17 agosto
Comienzan las despedidas.
Hoy ultimo día en San Isidro. Últimos dibujos, últimas canciones y bailes, últimas fotos… Abrazos, besos, buenos deseos… El camino de regreso a casa ha sido reflejo de como estábamos: serios, con el nudo en la garganta, echando la vista atrás… Allí dejábamos un pedacito de corazón.
Las hermanas nos han preparado “borí borí” para comer, el cocido tradicional paraguayo. Después nos esperaba una videoconferencia a tres: Corteconcepción-Asunción-Ayolas. Las hermanas de España que están pasando unos días de descanso en Huelva, querían que compartiésemos con ellas las dos experiencias: la misión, lo que más nos está impresionando y la vivencia comunitaria. Ha sido gratificante ver a los compañeros de misión de Asunción y sentir el cariño y calor de las hermanas de España.
La tarde en San Rafael.
Y después a la parroquia de las Mil para tener un encuentro con la Infancia Misionera. Hemos realizado una minimarcha del Amor, rezando por los niños y adolescentes de cada continente, alrededor de la parroquia. También hemos jugado y cantado, tanto mayores como pequeños. Y hemos regresado en el autobús que había conseguido la hermana Jose llenos de chucherías.
18 de agosto
Hoy último día en la escuelita. Les habíamos preparado rincones con juegos para utilizar la memoria, la observación, habilidad, contar, seguir reglas y en grupo. Ha estado genial. Y las profesoras nos han entregado de despedida unos carteles que nos habían elaborado con los niños.
Eva ha acudido con Dori, laica Spínola, a San Ignacio. Allí se encuentran, en una casa-hogar, unos hermanitos que conoció hace tres años que no eran cuidados como se merecían por sus padres.
Después última tarde en San Rafael, con una despedida rara ya que se nos han ido casi todos de repente antes de terminar. Celebraban el día del niño en la capilla del barrio, con chocolate y juegos. Hasta allí nos hemos acercado para decir adiós.
Hemos terminado el día cenando con algunos jóvenes del barrio, compartiendo juegos, canciones y confesiones.
19 agosto
Hoy sí que recogida y despedida final.
Por la mañana haciendo maletas y juegos con la Infancia misionera.
A la hora de comer, un maravilloso asado (costillas, chorizo, morcilla) preparado por las hermanas y sorpresitas para llevarnos a España (dulce de leche y coquitos, unos colines pequeñitos que nos han encantado).
Después, recogida de la casa y preparación de tortillas de patata para la cena de la noche (nos han salido espectaculares).
Después de la eucaristía, sin el padre Esteban que todavía no se ha recuperado de su gripazo, y con el padre Lino que no ha dicho ni una palabra en guaraní, nos hemos reunido todos en el salón Marcelo para la cena despedida. Digo todos porque estaban representantes de todos los grupos Spínola de Ayolas: niños de la Infancia Misionera, los jóvenes, los no tan jóvenes y los laicos. Un rato de compartir no solo comida, sino lo que ha supuesto para cada uno de nosotros, voluntarios o ayolenses, estos días.
20 agosto
Ayer nos despedimos de Ayolas lloviendo (toda la tarde noche) y hoy ha amanecido igual. Decía Máxima que la ciudad lloraba por nuestra marcha.
El viaje a Asunción ha transcurrido con normalidad, tanto en la furgoneta como en el colectivo. A mitad de camino hemos comprado la última chipa que vamos a comer de acá.
Dice la hermana Jose que hemos dejado mucho silencio en Ayolas.
21 de agosto
Esta mañana la hemos dedicado a comprar recuerdos. Cuantas cosas bonitas, cuanta riqueza artesanal, y más cuando todo tiene ya un lugar especial en el corazón: camisas, camisetas, abanicos, bordados de ñandutí (tela de araña), bolsos, pulseras, nacimientos, etc.
La tarde la hemos dedicado a recoger la experiencia. Nos resultaba muy difícil hablar de lo que ha supuesto para nosotros estos días en Ayolas cuando no habías puesto el punto final. Nos hemos dado las gracias como comunidad por lo vivido juntos formando nuestra estrella de papel y dándonos un abrazo comunitario; lo necesitábamos. Y nos hemos preguntado qué tal ha sido la experiencia, mientras veíamos las fotos de los momentos vividos.
Último atardecer en el Bañado, Asunción, Paraguay (aunque no sería el último, pudimos disfrutar de él en el aeropuerto justo antes de subir al avión).
– ¿Cómo están ustedes?
– ¡Bendecidos!
Y así nos sentimos ahora, BENDECIDOS con mayúsculas. No hay que responder “¡Bien!”, que es lo que nos sale desde España.
Nos sentimos bendecidos por cada momento vivido con los ayolenses.
Por la misión tan hermosa que hemos llevado a cabo: educar es transformar el corazón, siendo extraordinarios en lo ordinario. Por Estero Bellaco, San Isidro, San Rafael y Santa Rosa de Lima, Reino de Dios para nosotros. Por la alegría y la esperanza de sus niños.
Por haber conocido una juventud que vive con ganas su fe y es eje central en su vida.
Por toda la experiencia de amor que nos han aportado las hermanas.
Por cada momento de oración compartida, por cada momento que nos hemos acercado a Tí, Señor. Porque Jesús y María han estado junto a nosotros, pendientes de nosotros, COMPARTIENDO nuestra vida de Comunidad.
Por la comunidad, que aunque no perfecta, nos ha enseñado muchas cosas. Gracias Pedro, Eva e Isa.
Y ésta es nuestra última oración, ya desde España, tal como la cantábamos con ellos en el ofertorio de las eucaristías compartidas:
Te ofrecemos Señor este pan,
por los niños que habrán de llegar,
por mi hermano que implora piedad,
por el reino de la caridad.
SEÑOR OH MI DIOS, BENDICE AL PARAGUAY
QUE REINE LA PAZ, EL AMOR Y LA IGUALDAD.
Por los campesinos y obreros también
por los que sufren hambre y prisión
por la salud de los enfermos,
por el reino de la caridad.
SEÑOR OH MI DIOS, BENDICE AL PARAGUAY
QUE REINE LA PAZ, EL AMOR Y LA IGUALDAD.
Hasta pronto Ayolas. Hasta pronto Paraguay.
FAMILIA NAVARRO JIMÉNEZ
Pablo, María, Carlos, Javier y Lucía