Agua

El pasado 21 de junio se celebró el solsticio de verano en el hemisferio norte; algunos cambios que hemos notado durante estos días, en la zona donde vivimos, es que el sol aparece antes de las siete de la mañana y se pone pasadas las nueve de la tarde.

Los aligustres están en flor, igual que las lavandas, los granados y las retamas. Los gazapos salen al empezar la mañana para tomar los primeros rayos del sol, antes ya ha comenzado a cantar el mirlo, las chicharras empiezan a escucharse bien entrada la mañana y al caer la tarde sobrevuelan los murciélagos buscando insectos.

El paisaje se ha convertido al ocre, los cereales están casi para ser recogidos y es que vivimos en una zona de secano. Este año hemos tenido dudas de poner huerto porque las lluvias han sido muy escasas y prácticamente no hemos podido recoger agua para utilizarla como regadío. En esas ideas estábamos cuando pensamos que nos gustaría compartir la importancia del agua con toda la comunidad Spínola.

La fundación ya planteo la situación del agua en el año 2017 en el mes de febrero. En aquel momento plantearon la idea de contabilizar el número de veces que se abre el grifo durante el día. Para las personas que lo anotasteis en su momento, si volvéis a contabilizarlo, ¿habéis reducido el número? y para las personas que no lo hicisteis entonces, ahora os lo planteamos, contabilizad el número de veces que abrís el grifo durante el día.

Creemos que el agua es vida y es paz y queremos compartir «Las tres leyes del agua», según Ignacio Abella:

Primera ley:
Austeridad. El agua es un bien escaso.
En un planeta con recursos limitados, el despilfarro de unos supone escasez y miseria para otros, ya sea en ésta o en las siguientes generaciones. El abuso y la contaminación del agua atentan contra el planeta y contra nosotros mismos. Es preciso utilizar este recurso de forma sostenible y respetuosa.

Segunda ley:
Equidad. El agua es un patrimonio común.
De su correcta administración, depende la supervivencia de los ecosistemas y sus habitantes, entre los que se encuentra el hombre. La equidad implica siempre solidaridad.

Tercera y última ley:
Responsabilidad. La pureza del agua es vital para la salud del planeta y de sus habitantes.»

Pensamos que estas leyes son una forma de entender el agua como el regalo que es, y llevarlas a cabo debería ser de obligado cumplimiento por todas las personas que formamos el planeta, como la interconexión que existe entre todos los seres vivos que lo habitan.

«El agua se está ahogando: Tenemos que limpiar lo que nos limpia » Joaquín Araujo

El bosque habitado – Si quieres agua, planta árboles – RADIO NACIONAL 29/12/13